Septiembre

No te rías de mi, no, no lo hagas, no me gusta, me molesta, pero mas me molestan tus ganas de no verme, mas que eso esta el tema de los abrazos y después que no me ables, que te pongas celoso vale, pero si te da igual no aparentes lo contrario, no seas falso, amor propio me falta y a ti te sobra, no mereces la pena lo que pasa esque... esque no se nada.

Terremoto

No es el echo de pensar en lo que puede pasar, es simplemente el no poder olvidar las cosas que ya han pasado, me explico; FUTURO: "y si se cansa de mi?", PASADO "dame un beso, y otro, otro, otro..." duele mas pensar en lo que nunca volverá a ocurrir, el haber perdido trenes por seguir esperando el que nunca se para porque no tiene valor, el valor de los valientes, porque no sabe que hacer ni que piensas y se asusta. Claro que es mas fácil no arriesgar y no se puede echar en falta lo que nunca se ha tenido, por ello el echo de ganar no se tiene en cuenta. No tienes la mas mínima idea de lo que puedes ganar y el no querer saberlo es ponzoña para el pecho. Prometiste nunca hacer daño, pero lo haces aunque no quieras, porque no te das cuenta, porque no quieres, porque no puedes, porque tienes miedo a ser feliz. La edad no cuenta, todo el mundo lo sabe, que importa lo que piense la gente, yo no quiero esconderme, yo quiero tenerte, escueces en el alma y si vas detrás de otras faldas callate la boca, escondelo en lo mas profundo de tu ser porque estos ojos se alegran de que estés en casa.

Como agua para chocolate

Lo malo de llorar cuando uno pica la cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza y ya no puede parar.

Confesión I

Para que lo sepas, te he sido asquerosamente infiel, pero no me importa un comino, porque de todos modos tú dejaste de preocuparte por mi

La calle Corrida

Seguir a la multitud por la calle y correr entre las caras estiradas de las señoras, entre las calvas repeinadas con cuatro pelos de los hombres que cogen del brazo a las señoras de caras estiradas, sortear los niños mal vestidos con sus pololos y faldas de flores que van delante de los hombres calvos mientras las mujeres de cara estirada les dicen que no corran, por dios señora sus querubines se estan comiendo una araña y usted solo se interesa por la velocidad que llevan?, explotar las pompas de jabon gigantes que hace el perro flauta, chocar con la gente que va en skate y reirte en su cara, escupir el escaparate de la tienda de "Tous", cruzar cuando el semaforo esta en rojo y que los coches te piten cuando pases porque no puedes dejar de correr, llegar al final y  mirar la gente que no ve lo que hay, reirte de todos ellos, pero con ganas, reirte con ganas, darte la vuelta desaparecer entre barcos en un pantalan.

Que las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan se marchitan cuando las toca la sucia rutina.

Me pone enferma tanta sinceridad


Yo le quería decir la verdad por amarga que fuera,
contarle que el universo era más ancho que sus caderas,
le dibujaba un mundo real no uno color de rosa,
pero ella prefería escuchar mentiras piadosas.

Sabina

"Si me quitas con arte el vestido,
te invito a champán."
 "Es mejor - le pedí - que te calles:
no me gusta invertir en quimeras.
Me han traído hasta aquí tus caderas,
no tu corazón."
 "Me moría de ganas, querido,
de verte otra vez."

Confesandole a mi almohada que nadie me hace llorar

Y mirame dibujando una sonrisa en mi cara, con los nudillos hinchados, el alma destrozada y el animo por los suelos. Hundiste el cuerpo y ahogaste las mariposas que volaban en mi estomago, por tu miedo, por mi risa, porque no se que querías, porque no es mi culpa, porque la que esta escribiendo esto soy yo y no tu, porque te da igual, porque tienes razón que ya soy mayor. No haber empezado lo que no podías acabar, que yo tenia razón y eres un gallina, que no me reía de ti, que te ponías nervioso, que no me ignores, que se acabo, que ya no vale decir todo en broma, que son todo tus paranollas, que no eres el único pero si el único al que haga coso, que quería algo contigo, que te mueras, que te odio, que me gustaba escucharte. No me aguantabas la mirada, te daba vergüenza, odiabas los silencios, me gustaban tus besos aunque siempre falto el tercero...